Diego Armando Maradona
- Vendido por: Espacio Forestal - Qué Leo Forestal
- Producto SKU:
- Categorias Autores Internacionales, Divulgación
Formato: Libro físico
Titulo: Diego Armando Maradona México 86. Mi Mundial, Mi Verdad
Editorial: Sudamericana
Autor: Diego Armando Maradona
A 30 años del triunfo argentino en México 86, Diego Maradona cuenta por primera vez y en primera persona detalles inéditos de aquel campeonato inolvidable.
Los goles a los ingleses - La guerra con la FIFA
El equipo ideal - Los italianos - Bilardo
Menotti - Passarella - Grondona - El Papa
La droga - Malvinas - Los vestuarios
Alemania - ¿Y ahora qué?
A treinta años de la consagración en México 86, Diego Armando Maradona revisa y relata, con voz inconfundible, el momento más brillante de su carrera, cuando lideró al seleccionado argentino hacia un título del mundo que no se ha repetido hasta hoy. Mirada desde el presente, aquella hazaña histórica alcanza ribetes de leyenda: cómo lo logró, junto a sus compañeros, contra todo y contra todos, narrado en primera persona.
«Llegó la hora de contar las cosas como fueron. Aquel fue el verdadero campeonato del mundo de los argentinos: el más luchado, el más sentido y el más merecido. Pienso y hablo en presente de México 86 y se me ilumina la cara. Ese Mundial fue el momento más sublime de mi carrera. Éramos veintidós locos dispuestos a ir a la guerra, y logré instalar la idea de que jugar con la camiseta de la selección era lo más importante, aunque la guita la hicieras en un club europeo. Hace treinta años ganamos la Copa del Mundo, la última que levantó un seleccionado argentino, con 25 dólares de viáticos por día. Llegó también la hora de hablar más del plantel de jugadores y menos del planteo de Bilardo. Después del partido contra los ingleses, Valdano me dijo: 'Diego, a partir de hoy, sos el mejor jugador del mundo'. Jugamos contra los ingleses después de una guerra en la que los chicos argentinos fueron a pelear en zapatillas: eso, los padres se lo contaron a sus hijos, y los hijos se lo contarán a sus hijos. Pasaron treinta años y lo siguen contando».